Reflexionando sobre mi ansiedad y sobre la vida

Miércoles 3 de mayo de 2023 y hoy te quiero hablar de un tema personal y

bueno animarme a contarlo viene por el artículo que ha escrito Fernando,

Fernando Sol de Vila, Fernando de Cidencia oficción. Un saludo Fernando que seguro que me estás

seguro que me estás escuchando. Ayer escribía, publicaba un artículo en su blog que se llama "El cielo ya

no está tan gris". Un artículo maravilloso como todo lo que escribe Fernando. No te voy a contar más

de él, te lo recomiendo y te lo dejo en las notas del episodio para que lo leas, es lo que se merece.

El caso es que su artículo me ha animado a hablar de algo que, bueno, antes o después iba a contar

aquí porque al final esto es un podcast personal y es una parte personal de mí que algunos de

vosotros conoceréis aunque no he hablado mucho de ella porque lo comenté una vez en un par de veces

en ciencia ficción en padrazos también ha salido pero es el tema de la ansiedad desde unos años

sé que tengo ansiedad no sé decir desde cuándos te puedo decir que sé cuándo la descubrí y ya de

entrada te digo, te hago spoiler que el motivo exacto, no lo sé y no sé si alguna vez lo sabré,

pero bueno, nos remontamos al principio, por lo menos al principio de la historia que yo soy

consciente de ella. Digamos que la historia se remonta a diciembre, a navidades de 2020. Digo

que no saber nunca que lo detonó o si ya venía de antes o fue de en ese momento porque 2020 fue

un año de muchos cambios fue un año de pandemia y de estar en casa fue también un año de cambio

de puesto de trabajo digamos en el mismo trabajo pero otra posición con más responsabilidad y luego

también fue me convertí en papá entonces al final son un montón de cosas o ninguna de ellas el

caso es que si no fuera una época con tanto cambio pues igual sería más capaz de saber el motivo que

no tienes porque tener que saberlo, pero bueno es algo que intento saber día a día tampoco

sino sesionarme, el caso es que ese año ese año yo no sabía que tenía ansiedad, lo que pasaba

es que yo tenía muchos dolores de espalda, dolores también por la zona del diafragma y recuerdo que

estuve yendo a muchas sesiones de fisioterapia y una persona me dijo que se había tenido alguna vez

ansiedad y yo le dije que no, la miré raro, pensativo, pero no con un pensamiento reflexivo,

no pensativo como intentando analizar la situación fríamente para intentar unir los

puntos y es que en aquel momento era capaz si lo hubiera hecho de hacerlo y no simplemente pues

decir no, no, no. El caso es que también en el trabajo una persona también me dijo si

preguntó si está bien y yo recuerdo que la respuesta más o menos fue la misma que aquella

fisioterapeuta y el caso es que bueno, pasó, pasó esa época pero un año justo después

también relacionado con trabajo y es cuando suelen aparecer estas cosas después de una época de

mucho trabajo y bueno por esto comentaba antes lo del artículo de Fernando, después de una época

de mucho trabajo pues dicen que es normal que esto pase, que sea cuando terminas esa época de un

trabajo muy fuerte cuando digamos que el cerebro o el cuerpo te da cuenta de ese estrés y se manifiesta

de esa manera. Fue casi justo un año después cuando me volvió a pasar lo mismo, fisiológicamente

ese dolor de espalda y de diafragma por esa zona de ahí, pero empecé a relacionarlo con otras

cosas, con otros pensamientos, con otro agotamiento, con un agotamiento mental y entonces ahí sí me di

cuenta que que pasaba algo y ahí es cuando caí, cuando caí que el año anterior lo que me había

pasado era justamente eso y que no había sido capaz de darme cuenta y de que una persona me lo había

dicho esplicitamente, otra persona seguramente por prudencia no mencionó la palabra pero bueno,

siempre he pensado, no lo he preguntado, siempre he pensado que esa palabra pasó en ese momento

por su cabeza pero bueno, imagino que por responsabilidad no llegó a mencionar la emboz alta pero sí,

así era, así era, lo más que puedo decir es que si de aquella época pues te cruzaste conmigo y te dije

algo que no era muy normal que dijera ángel y que el ángel de ahora no dice pues igual era eso

era yo sin saber que me estaba pasando y refirando de maneras que una vez que sabes cómo estás pues

puede ser un poquito más reflexivo pero bueno el caso es que si pasó algo así contigo te pido

disculpas pero es que simplemente no sabía lo que me pasaba llevo mucho tiempo reflexionando

bueno, reflexionando en el aire como voy a hacer muchas personas sobre el equilibrio entre el trabajo,

el ocio, la… bueno, todas estas cosas ¿no? y como al final pues hemos montado un sistema que para

que funcione pues hay que trabajar, hay que producir y hay que ganar un dinero para luego

ese dinero gastárselo en otros sitios y que esto se vaya moviendo y bueno es el juego al que hemos

decidido jugar, habrá quien esté más de acuerdo, quien esté menos de acuerdo y en este totalmente

en contra, pero al final es algo que de lo que no se puede escapar, estamos en esta rueda y esta

rueda si alguien decide parar por un sitio pues se va todo al traste, aunque bueno, esta forma de

funcionar de este mundo en lo que vimos, pues bueno, va cayendo de vez en cuando, parece que las crisis

cíclicas son bueno, eso es parte del modelo y es lo que hay y hay que vivirlo, pero al final lo que

a mí me hace pensar y bueno, eso es lo que hay y lo que puede ponerte más triste en un momento menos

triste es esa necesidad que tienes de estar tanto tiempo alejado de tus seres queridos para hacer

algo que te puede gustar más o menos y en mi caso me gusta mucho pero es un trabajo intenso,

es un trabajo de responsabilidad y es un trabajo que puede cansar mentalmente, sobre todo mentalmente,

pero bueno el caso es que estamos en un mundo en el que hay que hacer eso en lugar de poder estar

en casa con la familia y disfrutando de momentos en los que si una vez que han dejado de has dejado

de vivirlos o han pasado por alto ya no van a volver nunca qué maravilloso sería vivir en un mundo en

el que no hubiera que trabajar en el que no hubiera que trabajar en el que bueno pudiéramos hacer lo

queramos obviamente con sus limitaciones y tú quieres algo y no lo tienes pues no lo vas a poder tener

vivimos en un mundo más complejo que eso más complejo porque al final los que vinieron antes de

nosotros lo hicieron así y nosotros pues una vez que estás en la en la rueda es muy difícil muy

difícil de salir pero bueno te podría salir pero tampoco es que lo que pueda haber fuera de eso

sea mejor, pero bueno aquí como como siempre son reflexiones en voz alta con contigo y la cosa es

esa que estamos en un sistema en el que funciona de esa manera y al final pues puedes salir siempre

la pregunta si vivimos para trabajar, trabajamos para vivir y cuando digo trabajar me refiero a hacer

algo que te deja, que te evita mejor dicho estar vivir en unos momentos que familiares o con lo que

quieres hacer realmente porque tienes que hacer otras cosas, otras cosas que son más de obligaciones

reales, de vida o muerte o más obligaciones de impuestas de "me gusta esto y necesito dinero

para comprarme lo y demás". Sabes lo que me refiero, creo que no tengo que seguir repitiendo

en este punto, está clara la cosa. El caso es que, bueno, un poquito después de ese año,

de la primera vez que me pasó pues, hubo un mes de baja y no fue un mes de baja que yo

conseguiese descubrir qué me pasa y descubrir qué hacer para bajar ese nivel de ansiedad.

Y lo que tengo claro es que lo que hay que hacer es encontrar un equilibrio,

que si te dedicas mucho una cosa luego, como decía Fernando en ese artículo,

necesitas también compensar, necesitas descargar y sinceramente es algo que todavía no he

conseguido, lo que se ha conseguido es llevarlo mucho mejor, porque también otra cosa que aprendí

es que con la ansiedad no sé si eso se pudiera curar, pero puedes tomarte lo mejor, puedes darte

cuenta de cómo estás y reaccionar de manera diferente, a cuando no lo sabías y sobre todo aprender

a relativizar las cosas. Al final un trabajo es un trabajo, cuando digo esto me refiero a cualquier

trabajo o cualquier cosa que esté haciendo que tenga esta sensación, puede ser el trabajo,

puede ser la vida familiar o puede ser cualquier cosa. El caso es que todo necesita un contrapunto,

pero sobre todo lo que más me ha ayudado a mí es pensar, centrarse en qué es lo importante,

pensar que lo importante, pensar en qué cosas, si te las pierdes, no van a volver nunca y si

cuando piensas en esa cosa, te desaltan las lágrimas, eso es lo importante. En lo demás,

no puedo hacerte perder el foco de que es lo importante, porque luego viene lo peor y es cuando

eso te hace perder el foco y lo importante cuando lo estás viviendo no eres capaz de aprovecharlo,

porque como he dicho antes ese momento que estás viviendo y que por tener otra cosa en la cabeza

no estás aprovechando no va a volver a repetirse nunca y yo creo que por hoy ya está bien que

por cierto, ese contrapunto yo sigo pensando que es puede ser el deporte pero todavía no he hecho

el ánimo de volver a practicarlo, os informaré y nada más, feliz miércoles y hasta mañana.