Viendo el título de la entrada estoy seguro de que os hacéis una idea de la estima que le tengo a la última película de Ridley Scott. Dejando de lado opiniones sobre la misma, hoy vengo a hablar sobre uno de los gadgets que aparecen en la cinta, y que fue una de las pocas cosas que me gustaron cuando la vi en el cine: las esferas voladoras que mapean la cueva en 3D.
Los que hayan visto la película seguro que recuerdan la escena: uno de los científicos del grupo saca un par de esferas, que comienzan a levitar y a emitir una luz roja. Tras un breve lapso de tiempo, las bolas salen disparadas en varias direcciones y comienzan a recorrer las grutas, mandando información a la nave de los exploradores, donde se genera un mapa en tres dimensiones sobre los distintos pasillos de la cueva.
Llega el momento de la pregunta que nos repetimos siempre en Ciencia o Ficción, ¿es esta tecnología algo posible o no tiene ninguna base científica? Vamos a intentar responderla.
Las propiedades de estas esferas, grosso modo, son las siguientes:
- Movimiento en tres dimensiones
- Mapeado en tres dimensiones del ambiente que les rodea
¿Es factible fabricar un dispositivo con estas características? Si bien dudo mucho que nos quedase un diseño tan bonito, para mi la respuesta es afirmativa. Vayamos punto por punto.
Movimiento en tres dimensiones
Las esferas de Prometheus simplemente levitan, no dan signos de tener dispositivos de propulsión. De momento los científicos no han inventado la magia, así que tendríamos que buscar otra forma de mover nuestro dispositivo. Lo primero que se me ocurre es utilizar la tecnología presente en los quadcopters como dispositivo de navegación. Todo aquél que haya visto en acción uno de estos cacharros sabe que son capaces de realizar movimientos de forma bastante precisa y en espacios reducidos, de modo que son un candidato perfecto como elemento motor para esta aplicación.
Mapeado 3D
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Tal y como se ve en la película de Ridley Scott, las esferas emiten una luz roja sobre las paredes de la cueva. De algún modo (ya que en la película no explican nada), este hecho permite que las esferas obtengan información sobre las dimensiones de la misma.
Quizás a algunos les venga a la mente el proceso que utilizan los murciélagos para ser capaces de moverse en la oscuridad de las cuevas, o los sistemas que tienen los submarinos para moverse en el fondo del mar. En ambos casos, se emiten ondas sonoras que rebotan en los obstáculos y vuelven al emisor, que es capaz de discernir si han rebotado lejos o cerca de él, de modo que si hay algún obstáculo pueden esquivarlo a tiempo.
Este principio puede aplicarse con ondas de cualquier frecuencia, y da lugar a los radares (cuando usan ondas de radio), sónares (usando ondas sonoras) o los lidares (cuando usan ondas luminosas). En el caso de las esferas de Prometheus tenemos un dispositivo que se sirve de ondas lumínicas (un haz láser rojo) para obtener el mapa en tres dimensiones de la cueva.
El funcionamiento es muy sencillo: el dispositivo emite un pulso de luz, que rebota en las paredes de la cueva y vuelve al emisor. El emisor es capaz de medir el tiempo que tarda dicho pulso en hacer el trayecto emisor-pared-emisor, y como conocemos la velocidad a la que viaja la luz, un simple cálculo permite obtener la distancia que esta ha recorrido. Al emitir luz en todas direcciones, obtenemos información sobre la forma del lugar donde nos encontramos. A este tipo de dispositivos se les conoce como cámaras de tiempo de vuelo.
Este tipo de cámaras ya son una realidad. De hecho, la NASA tiene aprobada una misión para 2016 que va a utilizar sistemas de navegación que utilizarán cámaras de tiempo de vuelo para aproximarse a un asteroide y volver a La Tierra. También se utilizan en sistemas de reconocimiento de gestos similares a los que podemos encontrar en dispositivos de viedeojuegos como Kinect, donde se prevé que en un futuro cercano se generen sistemas de realidad virtual con un nivel de detalle nunca antes pensado.
Nos encontramos de nuevo ante un elemento factible con la tecnología actual que se disfraza de elemento de ficción. Ojalá el resto del guión se hubiese trabajado tan bien como estas esferas.
Cuando quieras lo construimos.
Interesante artículo
El problema sigue siento la "ingravidez" aparente del dispositivo. Lo demás ya está hecho 😀