Creando dinosaurios: Por qué Jurassic Park jamás podría funcionar

Hace un par de años se volvía a estrenar en cines Jurassic Park, convertido a 3D. Una oportunidad que no pude dejar escapar para ver este clásico en cines, ya que allá por el año 1993 era bastante pequeño para que me llevasen al cine a ver esa película. Después de 22 años y un puñado de películas lamentables sobre dinosaurios, llega a cines en junio de este año Jurassic Word. A continuación podéis ver el trailer.

El origen de Jurassic Park se basa en revivir a los dinosaurios a partir de ADN encontrado en mosquitos que quedaron atrapados en ámbar después de picar a un dinosaurio. Pero ¿sería esto posible?

Buscando ADN de dinosaurio

El ADN es el bloque fundamental de la vida, el mapa que determina cómo las células se dividen, se multiplican y conforman un organismo complejo. Podemos clonar genéticamente organismos idénticos a partir del ADN de un organismo parental, incluyendo mamíferos, como ya se hizo con la famosa la oveja Dolly .

Cuando un organismo muere, los tejidos blandos, incluyendo el ADN, se descomponen y finalmente son destruidos. Pero en algunos casos, partes de animales y plantas muertos son enterrados y conservados como fósiles. Y en casos muy raros tejidos blandos de los fósiles se pueden preservar.

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En algunos casos, partes del ADN pueden ser extraídas de fósiles bien conservados, como en el caso reciente de dos extintos canguros australianos, cuyo ADN fue datado entre 40.000 y 50.000 años de antigüedad.

En estos casos siempre se encuentran sólo pequeñas secciones de la molécula de ADN, y aunque estos segmentos de ADN fósil a menudo nos pueden dar información valiosa acerca de las relaciones del animal extinto a sus parientes vivos, son demasiado cortos para darnos una visión completa del genoma del animal.

En el libro La ciencia de Jurassic Park y El mundo perdido , Rob Desalle y David Lindley describen cómo el proceso que se muestra en las películas para la "reactivación" de un dinosaurio a partir de fragmentos de ADN fósil es fundamentalmente defectuoso.

Si bien es cierto que se pueden encontrar magníficos fósiles en ámbar de insectos de la misma época en la que vivieron los dinosaurios, estos insectos no contienen ni tan siquiera pequeños fragmentos de su propio ADN, y mucho menos ADN de cualquier dinosaurio que pudiera haber mordido.

Además, un mosquito atrapado en ámbar sufre una muerte lenta, por lo que la digestión del mosquito tiene tiempo de seguir trabajando y de degradar durante la digestión el ADN de cualquier animal al que hubiese mordido.

Por lo tanto lo mejor sería ir a la fuente. ¿Por qué no buscar ADN de un dinosaurio en un fósil de dinosaurio en lugar de en un mosquito? Bueno, esto también se ha intentado y hasta la fecha no se ha encontrado ningún resto de ADN en un fósil de dinosaurio.

ADN de Rana

La segunda premisa en Jurassic Park es combinar el ADN recuperado de dinosaurio con ADN de rana, para así rellenar los huecos.

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Imagen de la rana aparecida en el vídeo explicativo del parque en la primera entrega de Jurassic Park

Las ranas y los dinosaurios son genéticamente muy distantes, separados en el tiempo por unos 360 millones de años. La naturaleza compleja de ADN hace que sea imposible reconstruir nunca el ADN exacto de un animal extinguido mediante el uso de pequeños fragmentos, especialmente cuando este se rellena utilizando más de 99% del ADN de otro pariente lejano.

Reviviendo a los dinosaurios de otra manera

Visto lo visto, una idea más inteligente que intentar crear un dinosaurio a partir de ADN de fósil sería la modificación genética de los parientes vivos de los dinosaurios: las aves. Porque, al fin y al cabo, las aves son dinosaurios (y no lo digo yo, lo dicen los paleontólogos). Así por ejemplo, aplicando ácido retinoico (derivado de la vitamina A) en una cierta etapa del desarrollo embrionario de pollo da un ave que tiene plumas en las patas y escamas que cubren el cuerpo, revirtiendo la distribución normal. Con esto ya hemos dado un pasito para tener algo parecido a un dinosaurio. Así, el trabajo hoy en día consiste en la modificación de aves actuales, como el pollo, mediante la activación de atavismos, que básicamente consiste en la activación de un rasgo ancestral, revertir algunos cambios evolutivos de estos animales para conseguir algo más parecido a un dinosaurio.

Este es el trabajo de el conocido paleontólogo americano, Jack Horner, autor del libro (junto con James Gorman) titulado Cómo construir un dinosaurio: La nueva ciencia de la evolución inversa. Podéis escucharlo hablar sobre ello en el siguiente vídeo.

Conclusiones

Hasta hoy ha sido imposible encontrar ADN de dinosaurio en fósiles de dinosaurio y más complicado ha sido y será (básicamente imposible) encontrar ADN de dinosaurio dentro de un mosquito fosilizado. Sin embargo, científicos actuales, como Jack Horner, trabajan en la activación de atavismos en aves actuales (dinosaurios modernos pero menos televisivos) para revertir los cambios evolutivos que se produjeron desde los dinosaurios que todos tenemos en mente y las aves actuales como el pollo. Suena enormemente prometedor.

Además de las cuestiones éticas que ya se plantearon en Juarssic Park sobre por qué querríamos revivir a un dinosaurio, estas investigaciones ayudan a los científicos a entender mejor cómo funcionan los genes y, por lo tanto, pueden servir de ayuda en el futuro para terapias genéticas en seres humanos.

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